SIEMBRA UN ARBOL

  SIEMBRA UN ÁRBOL

Ésta es la época, es el momento de plantar árboles. Tras las terribles imágenes del invierno que azota nuestro país, los incendios forestales que cada año hay.

La sencilla escena de sembrar nuevos árboles nativos; lucha contra corriente a la destrucción que, tantas veces ha sido intencionada, en nuestros bosques, tantas veces movida por el odio, el resentimiento o el desarrollo industrial. Pretendemos con estas acciones difundir una actitud comprometida  con nuestro entorno natural, una implicación individual y colectiva en el cuidado de la naturaleza, tan frecuentemente castigada por el abandono e indiferencia. La vida de las ciudades suele privarnos de esas habilidades y es muy saludable que podamos recuperarlas. Plantar un árbol tiene algo de mágico y simbólico. Es como hacer que florezca la esperanza y la salud, siendo un gesto ejemplar, digno de ser imitado.

Las incertidumbres y limitaciones de apostar a la plantación de árboles para así reducir el dióxido de carbono en la atmósfera. Pero incluso dicen los autores, “si desean que la captura acumulativa potencial hasta 2100 pueda compensar un 5-7% de las emisiones de dióxido de carbono por la energía y las industrias”. Y para ello hay que realizar grandes inversiones que mejor es hacerlo sembrando un árbol, para que ellos nos ayuden a controlar  el ya avanzado  efecto invernadero. Debemos reforestar para subsanar los suelos que son erosionados ante la falta de los arboles. Recuerda que los arboles retienen los sustratos que dan fertilidad al suelo y al no estar estos las lluvias se los lleva, empezando con un proceso de desertificación provocando aludes de lodo en zonas selváticas o montañosas. Es bueno reforestar con especies nativas. Los árboles generadores de vida. 

                                                                “Liliana Constanza Correa”.

           DAS TU EL PRIMER PASO

Los árboles ayudan a resolver la vida del planeta, purifican el aire que es tan vital para la existencia de los seres vivos pero se hallan en amenaza constante de las acciones perjudiciales de las personas.

Si tan solo cada persona se dignara a plantar un solo árbol en su comunidad la situación sería diferente. Los resultados serían inmediatos, se liberarían zonas con polución endémica, mejorarían las características de los suelos permitiendo mayor recarga de fuentes hídricas, se daría un fuerte confirmación al mantenimiento de las especies vivas y nos darían un respiro tranquilizador en nuestros momentos de descanso en nuestras  vidas.

Sembrar un árbol no es gran hazaña, digo desde el punto de vista económico o técnico, pero de gran valor por los beneficios que tendríamos a corto plazo.

Si nos preciamos de ser responsables para con el medio ambiente, demostremos nuestro interés plantando un árbol, con total seguridad que en tu comunidad hay instituciones que se dedican a estas actividades, o por último, hazlo tú.

“LILIANA BEDOYA”